WALT DISNEY ARTE Y ENTRETENIMIENTO


El 5 de diciembre del año 1901, nace en Chicago Illiois, Walter Elias Disney, hijo de Elías Disney y de Flora Call, siendo el cuarto hijo de los cinco que tuvo el matrimonio, muere en Burbank, Los Ángeles el 15 de diciembre 1966 a la edad de 65 años, a consecuencia de un cáncer de pulmón que le diagnosticaron un mes antes de morir.  
Su infancia transcurrió entre apuros económicos y bajo la severidad de su padre, carpintero de profesión, probó suerte en varios negocios sin lograr mejorar su maltrecha situación económica, menospreciado por su padre, Walt creció muy unido a su madre y a su hermano Roy, ocho años mayor que él. En 1906, Elias Disney decidió empezar una nueva vida en una granja cerca del pequeño pueblo de Marceline, Missouri, donde Walt descubrió la naturaleza y los animales, es en ese entonces cuando nace su interés por el dibujo, que compartió con su hermana Ruth, ya que ambos eran lo hijos menores y no tenían que compartir las pesadas tareas de la granja como sus hermanos mayores,  Elias Disney hacía trabajar tan duro a sus hijos en el mantenimiento de la granja que los dos mayores, Herbert y Raymond, decidieron dejar el hogar para instalarse por su cuenta en Chicago. En 1909, Elias Disney cayó repentinamente enfermo de fiebre tifoidea y a pesar de contar con la ayuda de sus hijos mayores, tuvo que vender la granja  y  se mudó con la familia a una casa alquilada hasta 1910, año en que se mudaron a Kansas City. Para el joven Walt fue muy duro tener que abandonar su paraíso rural. Elías tuvo que trabajar como repartidor de periódicos al tiempo se convierte en uno de los propietarios de una empresa dedicada a elaborar bebidas carbonatadas, radicada en Chicago. La familia se trasladó a esta ciudad, y Disney continuó sus estudios en la McKinley High School de Chicago. Al mismo tiempo, trabajaba para su padre y asistía por las tardes a clases en el Instituto de Arte de Chicago.
A los 15 años, Walt consiguió un trabajo de verano vendiendo periódicos y chucherías a los pasajeros del ferrocarril de Santa Fe. Le interesaba mucho más el tren que su trabajo, en el que no tuvo demasiado éxito, ya que con frecuencia le robaban la mercancía. Con el auge de la Primera Guerra Mundial, Walt Disney se presentó en el ejército luego de abandonar el Instituto, pero no fue admitido por su edad, evitando que pasara lo mismo, se presentó a la Cruz Roja mintiendo sobre su edad, y esta organización lo envió a Europa cuando Alemania ya había firmado el armisticio, por ello condujo ambulancias en las que dibujaba y llevaba a algunos oficiales de un sitio a otro hasta que en 1919 volvió a América, a Kansas City, su hermano Roy,  gracias a un amigo le consiguió un trabajo en el Pesemen-Rubin Art Studio, donde Walt se dedicó a crear anuncios para periódicos, revistas y cines. Allí coincidió con otro dibujante, Iwwerks, con el que hizo amistad y ambos decidieron empezar su propio negocio, en enero de 1920 fundaron una compañía llamada «Iwerks-Disney Commercial Artists», que tuvieron que abandonar porqué  no consiguieron suficientes clientes. la empresa Kansas City Film Ad contrató a ambos, para que trabajaran en anuncios, realizados con primitivas técnicas de animación, para los cines locales. Disney estaba muy entusiasmado con este trabajo de animación, aprovechó su tiempo en Film Ad experimentando con animación y técnicas cinematográficas 
En 1922 fundó la empresa Laugh-O-Gram Films, Inc., dedicada a realizar cortometrajes animados basados en cuentos de hadas populares y relatos para niños, como CENICIENTA o EL GATO CON BOTAS. Los cortos se hicieron famosos localmente en Kansas City, pero los gastos de producción excedían a los ingresos que proporcionaban. El estudio quebró económicamente en junio de 1923 tras crear su último corto una mezcla de acción real y animación ALICE'S WONDERLAND
Disney decide  trasladarse al floreciente centro de la industria cinematográfica, Hollywood, con la venta de su cámara y obtuvo el dinero suficiente para un viaje en tren a California, llevando consigo la película sin acabar ALICE'S WONDERLAND y con cuarenta dólares en el bolsillo tenía el propósito de abandonar el cine de animación, creyendo que no podría competir con los estudios de Nueva York, pretendía convertirse en director de películas de acción real, recorrió  todos los estudios buscando trabajo sin éxito por lo que decidió montar su propia empresa con su hermano Roy como socio, la Disney Brothers Studio y el 16 de octubre de 1923 firman su primer contrato importante, pero no era suficiente para hacer frente a sus dificultades financieras. En 1924, Ubbe Iwerks se unió a ellos y Walt pudo dejar de trabajar como animador para dedicarse al área para la que siempre estuvo más capacitado: la creación de personajes, argumentos y la dirección.
 El 13 de julio de 1925, tres meses después de que su hermano Roy se casara, Disney contrajo matrimonio con Lillian Bounds, una joven empleada de su estudio. 
En la primavera de 1926, después de haber tenido que cambiar de local porque la compañía crecía, los dos hermanos cambiaron el nombre de la empresa por el de Walt Disney Studio. 
Pero el estudio sufrió un importante revés cuando su principal cliente se quedó con los derechos del conejo Oswald, un personaje creado por Disney que había protagonizado diversos cortometrajes, a consecuencia de este percance toma la determinación de eliminar en lo sucesivo los intermediarios. 
Disney concibió, durante un viaje en tren de Hollywood a Nueva York a Mortimer, un ratoncito rebautizado luego con el nombre de Mickey por sugerencia de su esposa y al que Iwerks dio forma, así lo contó Disney, pero, en realidad, la paternidad de Mickey Mouse ha sido siempre motivo de polémica y algunos investigadores y estudiosos del caso tienden a atribuirle a Iwerks la creación de éste famoso personaje. 
En octubre de 1928, cuando Disney buscaba distribuidor para las dos películas que había producido con Mickey Mouse como protagonista, se proyectó el primer filme del cine sonoro. Adelantándose a otros productores que creyeron pasajera aquella innovación, Walt se apresuró a incorporar el sonido a una tercera película de Mickey, WILLIE EN EL BARCO DE VAPOR (1928). Como era buen imitador de voces y acentos, Disney hizo que el ratoncillo y su novia, Minnie, hablaran con su propia voz para abaratar costos. La
película es estrenada el 18 de noviembre de 1928 en un teatro de Nueva York, obteniendo un rotundo éxito de público y crítica.



El propio Disney se encargó de los efectos vocales de sus primeros cortometrajes y fue la voz de Mickey Mouse hasta 1947. 
Con el floreciente éxito de Mickey Mouse, Disney creyó que no debía dormirse en los laureles ni dedicarse a  hacer sólo películas del famoso ratoncito, que en 1932 le supuso el primero de los Oscar que recibiría durante su carrera. 
Respaldado por un equipo de excelentes dibujantes e ilustradores, desplegó todo su espíritu creativo en la primera serie de sus SINFONÍAS TONTAS (1932), realizados en technicolor, los diversos cortometrajes que componían esta producción significaron en su época un experimento sobre el uso expresivo del color. En noviembre de aquel mismo año, el estudio Disney se convirtió en el primero que tuvo su propia escuela de dibujantes y animadores. 
Iwerks se estaba cansando de la posición subalterna que tenía en el estudio a pesar de realizar la mayor parte del trabajo, y decide abrir su propio estudio con un contrato exclusivo. 
Disney buscó desesperadamente a alguien que pudiera reemplazarlo, ya que él mismo no era capaz de dibujar tan bien y sobre todo tan rápido (se dice que Iwerks hacía más de 700 dibujos al día para los cortos de Mickey). 
Un año más tarde, el 27 de mayo de 1933, estrenó la sinfonía tonta LOS TRES CERDITOS que se convirtió en un inesperado éxito, sin pretenderlo, su famosísima canción ¿Quién teme al lobo feroz? se convirtió en un canto de esperanza para millones de norteamericanos que intentaban no ser devorados en la vida real por la Gran Depresión. 
En 1934, cuando su estudio contaba con 187 personas, nació el pato Donald, al que se le sumaron los perros Pluto y Goofy



Ante su creciente éxito en la industria de Hollywood, Walt Disney emprendió una iniciativa arriesgada y sin precedentes; producir el primer largometraje de dibujos animados de la historia del cine: BLANCANIEVES Y LOS SIETE ENANOS (1937) demostrando no sólo que Disney y su equipo eran unos virtuosos de la animación, sino que los dibujos animados podían ser todo un género cinematográfico.

La película recaudó cuatro millones de dólares, todo un récord para la época, pero dejó endeudado a Disney hasta 1961 por culpa de la amortización de los créditos que tuvo que pedir, ya que el presupuesto inicial de 500.000 dólares de la película había triplicado.
En BLANCANIEVES Y LOS SIETE ENANOS se utilizó por primera vez la cámara multiplano, capaz de sugerir profundidad de campo gracias a un ingenioso sistema de superposición de cinco láminas filmadas en un mismo plano para simular lejanía, y un nuevo sistema de technicolor. 
La década de los cuarenta fue un período de gran actividad en los Estudios Disney, caracterizado por la consolidación del estilo iniciado con BLANCANIEVES Y LOS SIETE ENANOS y por la contradicción que Walt sentía entre su tendencia artística a la innovación y al riesgo y la necesidad de atender a un mercado nada dado a las novedades y los experimentos. Reflejo de ello fue la tibia respuesta del público a las siguientes películas: PINOCHO (1940), considerada como una de las piezas maestras del cine de animación por los críticos y en la que se invirtieron 2.600.000 dólares, fue un desastre comercial. Lo mismo sucedió con FANTASIA (1940), que costó 2.300.000 dólares. En ella dibujantes y animadores combinaron las evoluciones de los personajes de dibujos animados con la música de Stravinski, Dukas, Beethoven, Ravel, Bach y Tchaikovsky, considerada una obra maestra por unos y una insultante caricatura de la música clásica por otros. Estos fracasos comerciales abrieron una importante brecha económica en la empresa, paliada poco después por los éxitos consecutivos de DUMBO (1941) y BAMBI (1942).
Walt Disney abandonó el campo de la realización para dedicarse casi en exclusividad a la tarea de dirigir el incipiente imperio cinematográfico en el que se había convertido la empresa que tan modestamente había iniciado quince años antes, El 6 de mayo de 1940 finalizó la construcción de sus nuevos estudios en Burbank, diseñados por él mismo con el objetivo de facilitar el trabajo de sus empleados, aquellos estudios contaban con veinte grandes edificios, separados por calles a las que se les puso el nombre de sus personajes. La plantilla de la empresa rondaba los 2.000 empleados, a los que Disney exigía un alto nivel de creatividad y producción a cambio de salarios muy bajos, aunque nunca reparó en gastos a la hora de hacer sus películas y siempre llevó personalmente una vida privada sin lujos ni ostentaciones. En 1940 empezó a colaborar con el FBI, después de que el entonces director de la agencia federal de investigación, Edgard Hoover, hubiera intentado en varias ocasiones reclutar al productor cinematográfico como agente para que le facilitase cualquier información o detalle sobre la presencia de elementos subversivos (comunistas, sindicalistas o anarquistas) en Hollywood. Sin embargo, los primeros devaneos políticos de Disney tuvieron un cariz más progresista y se remontaban a 1938, cuando se adhirió a la Society of Independent Motion Picture Producers, asociación de productores y cineastas independientes opuestos al dominio absoluto de los grandes estudios de Hollywood. Desde aquel grupo, que contaba con figuras como Orson Welles y Charlie Chaplin, Disney fue derivando hacia un ideario próximo al partido nazi norteamericano y a un sentimiento fuertemente antimarxista.
En 1941, un sindicato de ilustradores recién creado en su compañía amenazó al «Mago de Burbank» con ir a la huelga en demanda de mejores salarios. Disney pretendió evitar personalmente el conflicto dirigiendo un discurso a sus empleados, pero éstos, para estupor suyo, ya que concebía la empresa como una gran familia, no le dejaron pasar de las primeras frases. El 29 de mayo de aquel año, los estudios Disney quedaron casi paralizados por una huelga en la que participaron la mayoría de los trabajadores y que duró todo un año. El conflicto se saldó cuando la empresa aceptó que los trabajadores pudieran elegir libremente su sindicato, incluido el izquierdista Screen Cartoonists Guild.
Los acuerdos que llevaron al final de la huelga fueron firmados por Roy Disney, ya que Walt se encontraba de viaje por diversos países de Sudamérica. De aquel largo viaje salieron varias películas destinadas básicamente al público latinoamericano. Entre ellas, SALUDOS AMIGOS (1943) y LOS TRES CABALLEROS (1945), en las que combinó dibujos animados y actores de carne y hueso. En 1943, buena parte de sus mejores dibujantes le abandonaron para fundar la United Productions of America, donde nacería, entre otros, el miope personaje de Mister Magoo.
Una vez finalizada la segunda guerra mundial, en la que Disney había accedido a filmar para el gobierno estadounidense películas propagandísticas, dejó la presidencia de su compañía, cediéndole el cargo a su hermano Roy, pero sólo mantuvo unos meses aquella decisión y a finales de 1945 volvió a ocupar el sillón presidencial. Nada más volver, despidió a más de 400 empleados, asegurando que la empresa pasaba por una crisis y tenía que cumplir el acuerdo concertado con la Screen Cartoonists Guild de conceder el aumento salarial del 25% a los dibujantes.
Reafirmado en su antimarxismo y colaborador del FBI hasta su muerte, Disney se comprometió a abortar todo elemento que atentara contra la nación norteamericana en la reunión celebrada el 24 y el 25 de noviembre de 1947 en el hotel Waldorf Astoria de Nueva York, que culminó con la llamada Declaración Waldorf, en la que muchos productores cinematográficos se comprometieron a colaborar con la Comisión de Actividades Antiamericanas.

En agosto de 1948 hizo un viaje con su hija Sharon para filmar imágenes en Alaska, y con el material realizó la serie de cortos titulados AVENTURAS DE LA VIDA REAL, su hermano Roy se opuso al proyecto y auguró un incierto destino a este tipo de documentales, se equivocó, ya que el primero de ellos, titulado LA ISLA DE LAS FOCAS (1948), no sólo resultó rentable, sino que fue premiado con un Oscar en la categoría de cortometrajes.

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